«Nadie nace odiando a una persona por su color de piel, por su origen o por su religión.
Para odiar, las personas necesitan aprender, y se las enseña a amar o a odiar, pero el amor llega más fácilmente al corazón humano que el odio. La bondad humana puede ser ocultada, pero no extinguida».
Esta es una de las muchas frases que en su día dijo Mandela, siempre invitando al respeto, al amor y a la comprensión. Un ejemplo para todos. Hemos tenido del privilegio de ser contemporáneos de una de las personas cuyo pensamiento, vida y ejemplo han sido determinantes en el siglo XX. Esperemos que sus enseñanzas impregnen nuestra forma de pensar y de actuar , la de padres, profesores, alumnos. Hacen mucho falta en estos tiempos que corren de desigualdad y autoritarismo.
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