La lectura nos hace viajar con la imaginación a lugares lejanos e insospechados. También nos incita a viajar de verdad y nos ayuda a saber más. Ya lo dijo Don Quijote: "El que lee mucho y anda mucho ve mucho y sabe mucho".
A raíz de la lectura en la tertulia de "El corazón de la Tierra" , surgió una feliz propuesta: viajar a Ríotinto para conocer más de este lugar , de su pasado y presente mineros, y también de su futuro. Y salvando dificultades, la propuesta se convirtió en realidad.
El 10 de mayo emprendimos el viaje haciendo antes una parada en Aracena, en donde visitamos La Cueva de las Maravillas.
Ya en Ríotinto recorrimos el Museo minero.
También, la Casa nº 21 Bellavista, casa original conservada representativa de los modos de vida de la sociedad victoriana del siglo XIX y principios del XX, y que fueron las que utilizaron los jefes de la Rio Tinto Company Limited en esa pequeña Inglaterra creada en la localidad onubense.
El ascensor que se utilizaba para la subida y bajada de personas y mineral:
Un pequeño tren recorre Cerro Colorado, explotación a cielo abierto con escombreras creadas por la necesidad de depositar los restos de la actividad minera.
Es un enorme y variopinto paraje, lunar y abrupto, que acompaña al Río Tinto, donde se funden naturaleza y paisaje alterados.
Está por venir el futuro minero de Ríotinto. La explotación ha sido adquirida recientemente por una empresa australiana para su puesta en funcionamiento. Este futuro ilusiona a su población.
El viaje ha sido una magnífica experiencia que nos ha permitido conocer más en profundidad este pueblo minero.
Y esta foto, junto a la laguna interior, buscada laboriosamente y en la que estamos toda , ya la tengo, gracias a la organizadora del viaje.
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