Pasado este periodo de descanso, publicamos las hojas de julio y agosto de nuestro calendario.
Mª José nos ha narrado aquí una historia de amor singular, simpática y sugerente, historia que se transmite también en la ilustración, que ha hecho ella misma. Estos doce versos recogen en el título ese enamoramiento total y absoluto de las células.
En agosto nos encontramos con dos microrrelatos. El primero nos habla de la soledad, y el segundo..., también de la soledad.
Alba, que es una excelente ilustradora, nos sorprende con la historia de un niño solitario que, gracias a un gato, encuentra la complicidad de sus compañeros y eso le hace cambiar. Ya no es un niño solitario, ya tiene amigos.
En "El adivino", Miguel se inventa a un hombre solitario y triste, al que nadie cree, o sí, sí creen que es un farsante, y nunca le hacen caso. y por eso no se salvan del terremoto, por no creerle.
¡Estos niños saben llegar al fondo de las cosas!
Felicidades.
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