martes, 16 de diciembre de 2014

DÍA DE LA LECTURA EN ANDALUCÍA: GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA



El año 2014 se ha dedicado el Día de la Lectura en Andalucía a esta escritora romántica de origen cubano, de la que  se han cumplido 200 años de su nacimiento, (marzo 1814-febrero 1873): Gertrudis Gómez de Avellaneda.
Como se nos relata en este interesante vídeo, fue una escritora adelantada a su tiempo. Escribió novela, poesía y teatro, y tuvo que luchar para hacerse un hueco en un mundo literario de hombres. Contó con el apoyo de escritores como José de Espronceda, José Zorrilla, Fernán Caballero, y también con la crítica de personas influyentes que impidieron que entrara en la Real Academia Española.
Uno de sus poemas más conocidos es el que habla de su partida de Cuba: "Al Partir", del que también se recitan algunos versos en el reportaje que se muestra en el vídeo.

 
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Desde el año 2005 está establecido este Día de la Lectura en Andalucía el 16 de diciembre, conmemorando el nacimiento de Rafael Alberti y el homenaje que, en 1927, en Sevilla, rindió el Grupo Poético del 27  a Góngora.

Rafael Alberti
 
Como Gertrudis Gómez de Avellaneda, Alberti también expresó su dolor por la partida, por alejarse del lugar que no quería abandonar, el Puerto de Santa María:
El mar. La mar.

El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Rafael Alberti: "Marinero en Tierra" (1924)
 
 
Y también con este día se quiere echar el cierre al "Año Platero", ya que durante 2014 se han estado realizando homenajes y actividades al burro universal creado por Juan Ramón Jiménez y publicado en 1914.

 
La muerte de Platero. Capítulo CXXXII de "Platero y yo".
"Encontré a Platero echado en su cama de paja, blandos los ojos y tristes. Fui a él, lo acaricié hablándole, y quise que se levantara... El pobre se removió todo bruscamente, y dejó una mano arrodillada... No podía... Entonces le tendí su mano en el suelo, lo acaricié de nuevo con ternura, y mandé venir a su médico. El viejo Darbón, así que lo hubo visto, sumió la enorme boca desdentada hasta la nuca y meció sobre el pecho la cabeza congestionada, igual que un péndulo.
-Nada bueno, ¿eh?
No sé qué contestó... Que el infeliz se iba... Nada... Que un dolor... Que no sé qué raíz mala... La tierra, entre la hierba...
A mediodía, Platero estaba muerto. La barriguilla de algodón se le había hinchado como el mundo, y sus patas, rígidas y descoloridas, se elevaban al cielo. Parecía su pelo rizoso ese pelo de estopa apolillada de las muñecas viejas, que se cae, al pasarle la mano, en una polvorienta tristeza..."
 
 
Poesía, relatos y despedidas para terminar el año. 

 
 

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