lunes, 30 de junio de 2014

TERTULIA LITERARIA: COPLILLAS DE TERESA




Al llegar el mes de junio,                                            
la tertulia clausuramos,
y al volver del veraneo,
de nuevo nos encontramos.

Se llama Orgullo y Prejuicio
el primer libro que leímos.
Trata de seis hermanas ocupadas
en peinarse y ponerse vestidos.
La madre era medio tonta,
el padre se hacía el distraído,
y las niñas maquinaban
para encontrar un marido.

El dictador Trujillo
era una persona mala,
en el libro La Fiesta del Chivo,
Vargas Llosa lo relata.                                      
Era interesante y duro
leerlo trabajo costaba,
pero nos metimos de lleno
y sacamos buen provecho.

¡Ay! Qué novela más triste,
hay que ver lo que sufrí,
un tren que no llega nunca,
su nombre: Entre tonos de gris.

Un cochero de Damasco
un día dejó de hablar.
Sus amigos le contaban cuentos
para la voz poder recuperar.               
Narradores de la noche se llama.
Son unos preciosos cuentos,
casi todos con moraleja
y de temas muy diversos.

El corazón de la tierra
despertó nuestro interés
y viajamos a Ríotinto
para este lugar conocer.
¡Qué variedad de paisaje!
Vimos las cuevas y las minas,
paseamos en un tren
y quedamos sorprendidas.

Una joven esposa abandonada
y un suegro un poco raro
se pusieron a charlar
en una casita de campo.
El título era La amaba,
no sabemos quién a quién.
Era un libro pequeñito
que se leía muy bien.

Un escritor granadino
ha escrito La muladí.
Si no le damos cervecilla,
todavía estaríamos allí.
Es un libro interesante
sobre la historia de Granada,
con  rico vocabulario
y descripción detallada.

La criata Mennulara
un buen día se murió
y nos fuimos enterando
de todo lo que vivió.
El médico, el cura, el notario,
el portero, la librera...,
allí cotillean todos,
¿quién habrá puesto la esquela?
Empezó con las almendras
y administraba las tierras,
se acostaba con el amo
y a la viuda llevaba las cuentas.

Con esto ya me despido,
por este curso hemos terminado.    
Que paséis un buen verano
y este cuento se ha acabado.

La gracia y el arte de Teresa para hacer coplillas son conocidos en el mundo mundial, que diría Manolito Gafotas.
Con pocas palabras bien hiladas es capaz de extraer lo singular, lo divertido o sorprendente, el rasgo más característico de un libro, de un curso que termina, de un compañero al que se festeja... Se pelea con las palabras hasta que lo consigue.
En ellas ha hecho un relato amable y certero de lo  leído en la tertulia  este curso. Ocho libros con los que hemos sufrido, nos han asombrado, divertido o indignado, pero, sobre todo, nos han permitido juntarnos y hablar, comunicarnos, dialogar, enriquecernos con el pensamiento de las demás.
Y como colofón, Teresa hace estas coplillas divertidas y entrañables. Lo mejor de lo mejor.
Gracias, Teresa.

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