Nada mejor para celebrar el DÍA DE LA PAZ que recordar alguna historia de Sapo y Sepo, la famosa pareja de sapos creada hace ya años por Arnold Lobel y que da sentido a las palabra de Gandhi citadas arriba.
En este libro encontramos cinco historias: "Una lista", "El jardín", "Las pastas", "Dragones y gigantes" y "Un sueño".
Sepo es un sapo impulsivo e inocente, mientras que su amigo Sapo es reflexivo y maduro. Lo comparten todo, no saben vivir el uno sin el otro, su vida es sencilla y simple, aunque a veces tienen problemas y deben superarlos con mucha ternura y generosidad.
Eso es lo que ocurre en la historia "UN SUEÑO", en la que Sepo, mientras dormía, tuvo un sueño.
Estaba en el escenario, y llevaba un disfraz. Miró en la oscuridad. En el teatro estaba sentado Sapo. Una voz extraña dijo desde lejos:
A continuación:
Parece que Sepo era extraordinario en todo lo que hacía y, en cambio, Sapo..., no.
"Sapo, ¿puedes hacerlo tú tan maravillosamente como yo?", dijo Sepo mientras bailaba por todo el escenario. No hubo respuesta.
Sepo buscó con la mirada por todo el teatro. Sapo se había vuelto tan pequeño que no se le podía ver ni oír.
"Sapo", dijo Sepo: "¿ dónde estás?". Tampoco esta vez hubo respuesta. "Sapo, qué te he hecho?", gritó Sepo.
"Sí, creo que sí", dijo Sapo. "Sapo", dijo, "estoy tan contento de que hayas vuelto".
"Yo siempre vuelvo", dijo Sapo.
Y así termina este cuento para la PAZ en el que, en un sueño, Sepo se hace grande e importante, tanto, tanto, como pequeño e insignificante se hace Sapo.
Y es que, como dijo Gandhi, "No hay que apagar la luz del otro para lograr que brille la nuestra".
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